La actividad física ayuda a una vida más larga y en buen estado

La actividad física ayuda a una vida más larga y en buen estado

Diferentes estudios nos hablan de la importancia para la salud de mantener la actividad física en todas las edades, especialmente también durante la vejez ya que esto ayuda a mantener vivo y activo el organismo y con ello la confianza, el estado de ánimo y las ganas de participar en este mundo.

En línea con esto, especial atención hay que prestar cuando una persona mayor, por miedo a tener un imprevisto (caída, enfermedad, etc.), empieza a perder el gusto por caminar, moverse un rato al día y socializarse. Sus seres queridos han de estar muy pendientes a estos cambios porque el sedentarismo y la falta de confianza en las personas mayores genera especialmente declives pronunciados. 

Muchos pensamos que“Cuidar es ayudar a otra persona para que sea autónoma e independiente”y qué mejor forma de hacerlo que detectando ese sentimiento de inseguridad y creando en ese momento una red de apoyo, entre todos los que la quieren, para que la persona se sienta protegida y recupere la confianza que necesita para volver a salir a la calle y continuar con su estilo de vida.

En este camino, Senda es una gran ayuda para los mayores y sus familiares ya que gracias al dispositivo y la aplicación móvil, que todos comparten, generan este marco de seguridad tan importante para recobrar o mantener la confianza y la autonomía. Los mayores salen a caminar, se mueven, conservan su vida activa, etc. y todo ello con la seguridad de que pueden avisar ante una emergencia a sus familiares con el botón SOS, que están localizados (gps), que pueden hablar cómodamente en manos libres y que si el dispositivo detectara la caída, avisaría automáticamente. Los familiares, por otro lado, también están tranquilos teniendo esta ventana a la tranquilidad a la que asomarse (app móvil monitorización) para contactar con ellos de forma rápida y segura, y conocer si es necesario su posición geográfica, entre otras cosas.

A continuación, recogemos algunos detalles más del estudio “Relación entre la actividad física y los marcadores de estrés oxidativo en individuos independientes de vida comunitaria. 2015 Elsevier Inc.” localizado en la página de Matia, Instituto Gerontológico y que nos ha resultado interesante:

La evidencia ha demostrado que la actividad física es un factor clave para lograr un envejecimiento saludable (Buchner, 2009). La actividad física está asociada con cambios favorables en la presión arterial, perfiles lipídicos y lipoproteínicos, marcadores de inflamación, reducción de los riesgos de enfermedad cardiovascular, diabetes tipo II, depresión, cáncer, mortalidad por todas las causas incluso con una mejor percepción de la salud (Lohne Seiler et al., 2014, O'Donovan et al., 2010). Por otro lado, la inactividad física está asociada con una variedad de enfermedades y patologías como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes tipo II, la atrofia muscular, la obesidad e incluso el Alzheimer y el Parkinson (Coelho et al., 2014, Jiang et al., 2013, Loprinzi Et al., 2013;

Además, investigaciones recientes muestran que la actividad física contribuye significativamente a una vida más larga y en buen estado de salud (May et al., 2015). A pesar de sus muchos beneficios, la actividad física aumenta el consumo máximo de oxígeno (VO2 máx) y, por lo tanto, resulta en un aumento de la generación de especies reactivas de oxígeno (ROS), que tienen una alta capacidad oxidante (Ji et al. , 1999, Takahashi et al., 2013a). ROS son moléculas de señalización esenciales que intervienen en procesos biológicos fundamentales a niveles adecuados, como la contracción muscular y la fatiga subsiguiente, mecanismos importantes para prevenir el daño celular después de realizar actividad física (Radak et al., 2013).

Senda, una ventana a la tranquilidad

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