Bienvenidos a la isla Martha's Vineyard
BIENVENIDOS A LA ISLA MARTHA’S VINEYARD
En el Atlántico Norte, frente a las costas del estado de Massachusetts, en Estados Unidos, hay una isla conocida como Martha´s Vineyard. Se sabe que allí existió una amplia comunidad de personas sordas entre los siglos XVII (17) y XX, (20) . Y se sabe, también, que la mayoría de habitantes de la isla, sordos y oyentes, usaban una lengua de señas. Esa lengua de señas fue, por varios siglos, la lengua principal de la isla. La Isla de Martha´s Vineyard es un excelente ejemplo de cómo personas oyentes y sordas pueden convivir de forma totalmente integrada, y donde la discapacidad auditiva no supone ninguna barrera. Todo un ejemplo a seguir por todos.
SORDERA HEREDITARIA
En Martha's Vineyard está documentada durante casi dos siglos una elevada tasa de sordera hereditaria. Esta sordera hereditaria se cree que se originó en el Weald, una comarca del condado inglés de Kent, antes de la inmigración. La investigadora Nora Groce calcula que a finales del siglo XIX (19), 1 de cada 155 habitantes de Vineyard nacía sordo (Un 0,7%), casi veinte veces la tasa del país en su conjunto (1 de cada 2.730, o el 0,04%).
Los primeros colonos de esta isla, llevaron consigo el gen de la sordera a la isla (El primer sordo de esta isla fue Jonatán Lambert, 1694), productos de los matrimonios entre los colonos e isleños, empezaron a nacer generaciones y generaciones de personas con sordera. Uno de cada cuatro niños era sordo al nacer. Así fue como habían muchas personas sordas en el pueblo de Martha’s Vineyard, pero la mayoría vivían en el pueblo de Chilmark los residentes de este lugar desarrollaron la lengua de señas, la MVSL, la lengua de señas de Martha’s Vineyard. Así es como el MVSL pasó a formar, enriquecer y mezclarse con la lengua de señas americana ASL. La lengua de señas de Martha's Vineyard fue de uso común por los residentes sordos hasta mediados del siglo XX (20).
En el siglo XX (20), el turismo comenzó a ser el pilar principal de la economía de la isla. Sin embargo, el trabajo en el sector turístico no estuvo a disposición de la gente con discapacidad auditiva como la pesca o trabajos de granja. En consecuencia, la endogamia y la inmigración unió a la población de Martha's Vineyard por todo el territorio, la comunidad insular empezó a parecerse más y más a una gran comunidad.
La gente que se trasladaba a Chilmark tuvo que aprender lengua de señas para vivir en la comunidad. La sordera nunca fue considerada como una desventaja dentro de esa comunidad.
Los matrimonios en la isla continuaron y la población sorda de Chilmark y del resto de la isla continuó creciendo. Esto se detuvo cuando los niños sordos crecieron y empezaron a recibir educación en el continente. Y fue así como paulatinamente los niños comenzaron a asistir a escuelas fuera de la isla, y fue así como comienza a decrecer la población sorda, ya que regresaban a la isla con sus nuevos compañeros de matrimonio conocidos en el continente, y otra parte de la población sorda de la isla se quedó en el continente. Así fue como en los años 1950 fallecieron las últimas personas sordas nativas de la isla.
CASOS SIMILARES EN OTRAS COMUNIDADES
En esos lugares, a diferencia de Martha´s Vineyard, parece aún estar viva la comunidad sorda. Y en todos esos lugares se ha observado la integración de los sordos y los oyentes a partir de que los últimos aprenden la lengua de señas y no valoran negativamente a sus paisanos sordos.
- Colombia (isla de Providencia, Woodward 1977)
- Brasil (urubu‐kaapor, Kakumasu 1968)
- Ghana (Adamorobe, Nyst 2003)
- México (Yucatán, Johnson 1991)
- Indonesia (kata kolok, Branson y otros, 1996)
- Israel (al‐Sayyid, descrito por Sandler y otros, 2005)
Fuentes: